¡Dishonored, el clásico de 2012, está ahora mismo a la venta en Steam por solo 2,49 euros!
Uno de los mejores juegos de 2012 está disponible por una pequeña fracción de su precio original.
Se trata de una obra que ha marcado de forma decisiva el género de los llamados simuladores inmersivos y que, hasta la fecha, sigue siendo considerada como el estándar de oro en cuanto a diseño de niveles y libertad de juego: Dishonored.
Una oferta imbatible
Hasta el 5 de enero de 2026, el juego de sigilo del desarrollador Arkane Studios tiene un precio reducido de solo 2,49 euros. Esto equivale a un descuento del 75 % con respecto al precio estándar. Quienes hayan ignorado este clásico hasta ahora deberían aprovechar la oportunidad ahora mismo.
El 97 % de las más de 64 000 reseñas de usuarios son positivas, lo que supone una diferencia significativa con respecto a la puntuación de 80 puntos que le otorgó GlobalESportNews en su momento. La reseña la escribió Jochen Gebauer. Yo era el responsable del artículo en PC Games y le di un 91, ya que el juego me había encantado por completo con su diseño de niveles.
En Dishonored, te pones en la piel de Corvo Attano, el guardaespaldas de la emperatriz, al que se le acusa de un asesinato político. En la ciudad ficticia de Dunwall, que recuerda mucho al Londres industrial, comienza tu campaña de venganza o tu camino para limpiar tu nombre.
La atmósfera se sustenta en una mezcla de estética steampunk, tecnología de aceite de ballena y una epidemia rampante. Percibirás el mundo desde una perspectiva en primera persona.
Más ofertas de Dishonored en Steam
Si estás dispuesto a gastarte un poco más, puedes hacerte directamente con la Definitive Edition de Dishonored con dos DLC muy recomendables (por unos cinco euros).
¿Te sobra un euro más? Entonces, por este precio, hazte con Death of the Outsider.
Lo que diferencia a Dishonored de los juegos de acción convencionales es la aplicación coherente de la filosofía de diseño de Arkane Studios. Cada misión es como un complejo mecanismo de relojería en el que puedes intervenir de diversas maneras. Tienes habilidades sobrenaturales, como el hechizo de teletransporte Blink o la posibilidad de controlar ratas y otros seres vivos.
Estas herramientas no solo sirven como un fin en sí mismas. Te permiten encontrar tus propias soluciones a los problemas. Puedes infiltrarte en un edificio a través de los conductos de ventilación sin tocar a un solo guardia. Alternativamente, puedes desatar un caos explosivo que ponga a toda la ciudad en estado de alarma.
Lo que me entusiasmaba entonces y me sigue entusiasmando ahora: Dishonored no te castiga por ser creativo, sino que recompensa la experimentación con los sistemas que pone a tu disposición. Esto hace posibles trucos como estos:
Tus acciones tienen consecuencias
Un elemento central es el factor caos. Tu forma de jugar tiene una influencia directa en el estado del mundo.
Si matas a muchos enemigos, aumentará el caos en Dunwall. Esto provocará más plagas de ratas, más infectados en las callejuelas y un ambiente general más sombrío. Incluso los diálogos de los personajes y el final de la historia se adaptarán a tu brújula moral.
El sistema garantiza que puedas experimentar al menos dos versiones muy diferentes de la historia. Si lo deseas, puedes ser completamente pacifista y no matar a ningún enemigo.
Esta dinámica es una de las razones por las que, más de una década después de su lanzamiento, el juego no ha perdido nada de su fascinación para mí.
Junto con su sucesor (técnicamente sobrecargado al principio), así como los DLC y un complemento independiente, Dishonored se centra en un diseño de niveles técnicamente perfecto.
Cada vez más a menudo, los mundos abiertos diluyen esta genialidad. Son más grandes, pero rara vez tan densos. Por eso, Dunwall (junto con la estación espacial Prey de Arkane) sigue siendo el lugar que demuestra lo bueno que puede ser un juego cuando realmente confía en los jugadores.
Por menos de tres euros, obtienes aquí una experiencia que sigue mostrando a las producciones modernas lo que es posible en términos de profundidad.

