Entre el mito del monstruo y los hechos desnudos
Pocos temas suscitan tanta especulación en el mundo de los videojuegos como la próxima PlayStation 6. Aunque su lanzamiento aún está lejos, ya se suceden las filtraciones y las supuestas revelaciones sobre su potencia técnica. En el centro del acalorado debate se encuentra la afirmación de que la consola de Sony puede competir con la gigantesca tarjeta gráfica RTX 5090 de NVIDIA.
El conocido experto del sector «Moore’s Law Is Dead» ha realizado una importante corrección en un vídeo reciente de YouTube. Aunque reconoce los grandes avances de Sony en el ray tracing, aclara: «Hemos hablado del ray tracing, no del rendimiento general. En términos de rasterización, el SOC de Orion es significativamente más débil que una RTX 5090». Con ello, acaba con uno de los mayores mitos en torno a la PS6 y sitúa las expectativas sobre una base realista.
Se prevé que la PlayStation 6 utilice el chip personalizado «Orion» de AMD, combinado con una unidad gráfica RDNA 5, una CPU Zen 6 y hasta 40 GB de memoria GDDR7.
En cifras, esto significa: alrededor de 40 teraflops, hasta tres veces mejor rasterización y un rendimiento de trazado de rayos que podría alcanzar hasta doce veces el de la PS5.
60 FPS a 4K: lo que realmente esperan los jugadores
Aunque la PS6 no será un auténtico «monstruo RTX 5090», el paquete parece ser un hito en la historia de las consolas de Sony. En el modo de calidad, se espera que sea posible alcanzar 60 fotogramas por segundo estables en 4K, mientras que el modo de rendimiento podría alcanzar incluso 120 FPS con la misma resolución.
Especialmente emocionante: gracias al uso de FidelityFX Super Resolution 4 (FSR 4), la PS6 podría acercarse realmente a una RTX 5080 en determinados escenarios de trazado de rayos. Solo en casos absolutamente excepcionales se justificaría una comparación con la 5090, según la fuente. Sin embargo, esto no debería suponer un freno para los jugadores, ya que lo más importante es que, en el futuro, los juegos funcionen con más fluidez y detalle que nunca.
Con estas revelaciones, la fuente interna frena las expectativas exageradas, pero al mismo tiempo aumenta la expectación por una consola que, a pesar de todas las relativizaciones, promete una tecnología impresionante. La PlayStation 6 no será solo un eslogan de marketing, sino una auténtica pieza del futuro de los videojuegos.