Los últimos documentos presentados sugieren que el Fondo de Inversión Pública (PIF) de Arabia Saudí será propietario de más del 90 % de EA según el plan de compra actual. El acuerdo ha suscitado una considerable atención y especulación incluso antes de hacerse oficial, y muchos, tanto dentro como fuera de la industria del videojuego, se preguntan cómo podría afectar al gigante de los videojuegos y al sector en su conjunto. Aunque aún hay mucha incertidumbre sobre la privatización de EA, un nuevo informe arroja luz sobre cómo se repartirá la propiedad entre los inversores.
Poco después de que un informe del Wall Street Journal filtrara la noticia del acuerdo, EA confirmó que iba a ser adquirida por 55 000 millones de dólares en la mayor compra apalancada de la historia. Si todo sale según lo previsto, las acciones de EA dejarán de cotizar en bolsa y un pequeño grupo de grandes inversores se hará con la propiedad total de la empresa. Ese grupo está formado por el PIF y las empresas de capital privado Silver Lake y Affinity Partners, pero ahora parece que una de esas tres tendrá una participación mucho mayor que las demás.
Según se informa, el PIF de Arabia Saudí poseerá más del 93 % de EA tras finalizar la compra
Un nuevo informe del Wall Street Journal afirma que el PIF poseerá el 93,4 % de EA según el acuerdo actual. El 6,6 % restante tampoco se repartirá a partes iguales entre los otros dos inversores, ya que Silver Lake se quedará con el 5,5 % de la empresa y Affinity Partners con el 1,1 %. Según se informa, la adquisición de esa participación en el gigante de los videojuegos le costará al PIF 29 000 millones de dólares, una cifra astronómica que sería aún mayor si Arabia Saudí no tuviera ya una participación de 5200 millones de dólares en EA. Una porción tan grande del pastel también debería ayudar al fondo, en medio de informes que indican que el PIF se está quedando sin fondos tras el acuerdo con EA, a pesar de contar con el respaldo de una de las naciones más ricas del mundo.
El informe cita una denuncia antimonopolio presentada en Brasil para obtener estas cifras. La compra de EA necesitará la aprobación regulatoria de varios países antes de que pueda cerrarse, dada la importante presencia de EA en todo el mundo. Teniendo esto en cuenta, es probable que salgan a la luz más documentos de este tipo a medida que avance el proceso legal, revelando más detalles sobre el acuerdo. Esos obstáculos regulatorios también pueden amenazar la adquisición. Al menos dos senadores estadounidenses han criticado el acuerdo con EA por «riesgos para la seguridad nacional», haciendo referencia a cómo Arabia Saudí podría utilizar su propiedad de EA para acceder a datos sensibles y ganar influencia sobre una audiencia global. Aún es demasiado pronto para saber si estas preocupaciones acabarán frenando la compra o afectarán a los detalles del acuerdo, y si nos basamos en la adquisición de Blizzard por parte de Microsoft, llevará mucho tiempo, probablemente años, que las cosas se calmen.
La adquisición de una supuesta participación del 93,4 % en EA es solo la última de una serie de iniciativas de Arabia Saudí para aumentar su participación en la industria de los videojuegos. El PIF también es uno de los principales accionistas de Nintendo, y Arabia Saudí iba a ser inicialmente la sede de los primeros Juegos Olímpicos de eSports, aunque el Comité Olímpico Internacional y el país cancelaron el acuerdo semanas después de que se conociera la noticia de la compra de EA. No está claro exactamente por qué se frustró el acuerdo olímpico, pero el país sigue acogiendo cada año la Copa del Mundo de Esports. En el momento de redactar este artículo, ninguna de las partes implicadas en la transacción de EA ha comentado esta nueva información. Sin embargo, EA ya ha emitido un comunicado sobre el acuerdo en general, en el que promete a sus empleados que su misión no cambiará y que su libertad creativa permanecerá intacta. En cuanto a cómo se desarrollarán las cosas en el mundo real, los aficionados tendrán que esperar y ver qué sucede a medida que la compra se abre paso en el proceso regulatorio.
