«Más que un simple descanso»: por qué acampar en Ezo lo cambia todo
Con el lanzamiento cada vez más cerca, el 2 de octubre, Sony va desvelando más y más facetas de la próxima aventura «Ghost of Yotei». Especialmente en el punto de mira: la mecánica de acampada. La jugadora Atsu puede montar su campamento en cualquier momento, un proceso que requiere deliberadamente algo más que una simple pulsación de botón. En su lugar, hay que golpear piedras de fuego, avivar las llamas con cuidado y preparar la comida.
Sin embargo, la hoguera es mucho más que una simple fuente de calor en el gélido norte de Japón. Aquí, Atsu asa pescado o setas que le proporcionan diversas bonificaciones temporales. Cada comida tiene sus propios efectos, por lo que los jugadores deben decidir tácticamente cómo prepararse para la siguiente etapa.
De este modo, «Ghost of Yotei» retoma la atmósfera detallista de «Ghost of Tsushima», pero la amplía con un nuevo nivel casi íntimo: la pausa consciente.
«Extraños alrededor del fuego»: cuando los invitados son bienvenidos… o no
Pero quien enciende un fuego rara vez se queda solo. Los campamentos atraen a visitantes de todo tipo. Los comerciantes o herreros ofrecen ayuda y objetos, mientras que los aliados dejan valiosas pistas. Al mismo tiempo, bandidos o samuráis enemigos pueden invadir tu campamento sin ser invitados y causar problemas. Por lo tanto, cada descanso conlleva el riesgo de un encuentro inesperado, a veces pacífico, a veces mortal.
Además, en el campamento se pueden fabricar flechas y otras municiones para el combate a distancia. Quien lo desee, puede incluso coger la flauta y tocar música, lo que no solo crea ambiente, sino que también refuerza la sensación de formar parte de este mundo.
El sistema de acampada de «Ghost of Yotei» demuestra que incluso el más mínimo descanso en el juego puede contar una historia. Entre cocinar, hacer manualidades y conocer gente, un simple lugar de descanso se convierte en una experiencia dinámica, lo que supone otra razón más por la que el viaje de Atsu por Ezo ya se espera con impaciencia.