Una pequeña creadora y abogada lleva a los tribunales a un canal con más de 1,2 millones de suscriptores. La acusación: robo descarado de contenido.
A primera vista, parece el clásico «David contra Goliat»: por un lado está el canal EvenBadWolves Gaming, que actualmente cuenta con unos 10 000 suscriptores y es conocido por sus profundos y elaborados ensayos en vídeo. Por otro lado está InkSlasher, un YouTuber consolidado con más de 1,2 millones de suscriptores, y la batalla pronto se librará en los tribunales.
El desencadenante es un vídeo sobre el juego de zombis «Dying Light». EvenBadWolves acusa al YouTuber, mucho más grande, de copiar gran parte de su trabajo y hacerlo pasar por suyo.
Dado que la creadora es abogada de profesión, no se conforma con presentar una queja, sino que aspira a sentar un precedente legal que podría cambiar de forma duradera la dinámica de poder en YouTube.
200 horas de trabajo contra el copiar y pegar
El centro de la disputa es un resumen completo de la historia de la franquicia «Dying Light», que EvenBadWolves publicó hace aproximadamente un mes. Según su declaración, este proyecto le ha llevado más de 200 horas de trabajo. El vídeo se caracteriza por un montaje específico, una estructura narrativa propia y material de juego grabado por ella misma.
Pocos días antes de presentar la demanda, el canal InkSlasher también publicó un vídeo sobre la historia de Dying Light. Al revisar el material, la creadora descubrió que unos 30 minutos del mismo eran casi idénticos a su obra.
No se trata solo de escenas genéricas del juego, como las cinemáticas, que inevitablemente pueden parecerse entre sí. EvenBadWolves afirma que se han copiado sus grabaciones de pantalla específicas, sus secuencias de montaje y toda la composición. InkSlasher simplemente ha añadido un nuevo texto sobre su material visual. La comparación directa en el vídeo incrustado arriba deja pocas dudas de que Inkslasher realmente ha robado contenido aquí.
Especialmente controvertido: según la demandante, el guion del famoso youtuber contiene varios errores fácticos que indican que es posible que ni siquiera haya jugado él mismo a los juegos, sino que se haya basado ciegamente en el material visual robado sin comprender el contexto.
El propio InkSlasher solo se ha pronunciado de forma vaga sobre las acusaciones y ha afirmado que simplemente «utilizó material de juego de otra persona». El vídeo ya ha sido retirado de la plataforma.
De la denuncia por infracción de derechos de autor a la demanda judicial
El hecho de que el caso haya llegado ahora al Tribunal Federal de Circuito y Familia de Australia
se debe al funcionamiento del sistema de derechos de autor de YouTube.
Después de que EvenBadWolves se percatara del robo, presentó una reclamación oficial por derechos de autor para que se bloqueara el vídeo de InkSlasher. InkSlasher respondió con una «contranotificación», es decir, una especie de contraargumento.
Este es un proceso estándar en YouTube: si un creador está convencido de que un vídeo ha sido bloqueado injustamente, puede presentar una objeción. Una vez recibida esta objeción, el titular original de los derechos, en este caso EvenBadWolves, tiene exactamente 10 días hábiles, según las directrices de YouTube, para demostrar que se han emprendido acciones legales. Si esto no ocurre, el vídeo se restaura automáticamente.
Muchos creadores más pequeños se echan atrás en este punto, ya que las demandas internacionales por derechos de autor son extremadamente costosas y complejas. Sin embargo, EvenBadWolves decidió dar este paso debido a su experiencia jurídica.
Un riesgo costoso
El riesgo para la abogada australiana es considerable: los costes judiciales y los honorarios de los abogados podrían ascender a hasta 135 000 dólares australianos (unos 82 000 euros) si el proceso se prolonga. Para hacer frente a esta suma, se ha creado una campaña GoFundMe para ayudar a cubrir los gastos.
Su objetivo declarado es sentar un precedente. En el panorama actual de YouTube, muchos canales grandes suelen considerar el contenido de los YouTubers más pequeños y desconocidos como una especie de «buffet libre», tal y como describe el conocido speedrunner de GTA y YouTuber DarkViperAU (2 millones de suscriptores) en la sección de comentarios de su vídeo.
DarkViperAU, que a menudo denuncia los abusos en la plataforma, dio a conocer el caso en X a un público más amplio y donó 1000 dólares para los gastos judiciales. Comentó el incidente con claridad:
«[…] El éxito en YouTube no debería depender de la eficacia con la que se explota a los demás. Este comportamiento solo disminuirá si las consecuencias son más frecuentes».
Si EvenBadWolves ganara el juicio, sería una señal importante para todo el sector. El robo de contenido, ya sea por parte de «streamers de reacciones» o de canales de ensayos que copian la investigación y la edición de competidores más pequeños, es un problema grave que YouTube a menudo solo aborda mediante sistemas automatizados.
