Cuando una heroína se convierte en motivo de disputa
En el verano de 2025, Sony acudió a los tribunales: la empresa china Tencent debía detener el lanzamiento de Light of Motiram, ya que se trataba de una copia de Horizon Zero Dawn. Sony considera especialmente problemáticos los paralelismos con la estructura de mundo abierto y con la icónica heroína Aloy.
Sin embargo, Tencent rechaza enérgicamente las acusaciones. En los documentos judiciales, la empresa califica la demanda de «sorprendente». Al fin y al cabo, el propio Horizon no inventó ideas de juego completamente nuevas. Ya anteriormente, títulos como Enslaved: Odyssey to the West o Breath of the Wild de Nintendo habían establecido mecánicas similares. Según el punto de vista de Tencent, Sony está tratando de establecer un «monopolio sobre los estándares del género», una pretensión que va mucho más allá de la disputa concreta.
El momento también es controvertido: Light of Motiram no se lanzará hasta dentro de unos dos años. Tencent subraya que, hasta entonces, muchos contenidos podrían cambiar. Por lo tanto, para el grupo, las acusaciones de Sony son pura especulación.
«Intercambiable»: cuando Aloy deja de ser una marca registrada
Tencent apunta especialmente al núcleo del argumento de Sony: el personaje principal, Aloy. Para Sony, ella es el corazón y una característica única y protegida de la serie. Tencent lo ve de otra manera y habla de intercambiabilidad. Dado que Aloy puede llevar diferentes equipos en cada escena y no siempre está presente, no es una marca distintiva.
Tencent también intenta desmontar la demanda desde el punto de vista jurídico. La acusación: Sony ni siquiera ha concretado cuál de las numerosas empresas de Tencent es la responsable. Además, Tencent Holdings no es ni desarrolladora ni editora de Light of Motiram. Hasta ahora, el grupo solo ha registrado la marca, una diferencia formal que podría ser decisiva para la defensa.
Si Tencent lograra imponerse con esta línea, las consecuencias serían de gran alcance. En ese caso, los grandes editores tendrían menos posibilidades de bloquear los productos de la competencia por medios legales en el futuro. Para la industria de los videojuegos, esto sentaría un precedente, y para los aficionados se plantearía la cuestión de si las similitudes entre títulos son inspiración creativa o copia ilícita.